RE... PÚBLICA

          Bonita es la bandera que hoy lucen

quienes dicen que no les gusta

tener ni rey ni reina y prefieren

vagar por la historia nacional

con cambios constantes en gobernanza,

eligiendo al que es el mejor postor,

de ven en cuando,

para que guíe la marcha del pueblo

aunque no sepa de sus tradiciones

ni lo más mínimo acaso.

Me gusta el morado , color del chakra

del pensamiento y que también

simboliza el ansia de libertad.

Hermosa es también la insigne tela

que luce con orgullo

los dos colores patrios

que lo son también de la primavera:

El rojo es la sangre y el amor,

el amarillo el sol, el oro

y las flores de abril y mayo que lucen

fielmente en nuestros campos.

República es ser pública dos veces.

No, no me gusta hacer de mi vida

algo tan público

que todos digan de mí

que soy una mujer pública,

tan pública que soy… más que puta,

que soy re-puta.

Mi vida yo quiero que sea mía.

Y a nadie le importan mis vivencias

más que a mí misma

y a la gente mía

con la que yo quiero compartir

cuanto yo soy.

Tengo derecho a hacer privado

todo  lo que me apetezca que lo sea.

Tampoco quiero que manden en mí

toda esa gente

que presume de ser hijos de esa

que le llaman ser tan pública

que es re-pública.

Que yo prefiero tener por jefe

a alguien que, desde niño,

le han hecho creer y sentir

que por sus dos manos

corre sangre de reyes

y ha de ser digno

de servir al pueblo que le tiene

por monarca y como guía

para hacer “historia real”

y no ficticia ni alocada

como la hacen allá por donde

ni tienen  historia de siglos compartida

ni saben el gusto que da sentirse

parte de un Reino como España

en que, cada día, cada mañana,

podemos sentir la dignidad

de ser parte de un pueblo noble

que pude sumar muchas cosas privadas

para hacer, entre todas ellas,

una comunidad de vidas compartidas,

sin perder la intimidad de quienes somos

hijas e hijos de la Patria nuestra.

 

¡Que vivan el rey y la reina

Y los príncipes Felipe y Leticia!